Cómo limpiar los objetivos fotográficos

Cómo limpiar los objetivos fotográficos

Cuidar nuestro material fotográfico es tan importante como tratar de tomar buenas fotografías. En mimar nuestras lentes y nuestra cámara, estará la diferencia de que nuestro equipo funcione a la perfección y dure muchos años. Y en el caso de querer venderlo algún día, siempre le sacaremos algo más si lo hemos cuidado bien. Si hace unos cuantos artículos te explicábamos como deberías limpiar el sensor de tu cámara, esta vez le toca el turno a otra pieza clave. Te enseñamos cómo limpiar los objetivos fotográficos. 

Te explicamos que material necesitas para limpiar tus objetivos, te mostramos paso a paso cómo hacerlo y por último casi lo más importante del artículo, te damos varias recomendaciones que nunca deberías hacer para limpiar la lente de tu objetivo. Todos estos consejos que te damos a lo largo del post también los puedes aplicar a la hora de limpiar los filtros fotográficos.

Cuándo limpiar el objetivo fotográfico

Lo primero que debes saber es cuándo debes limpiar el objetivo. La respuesta a esta pregunta es bastante obvia, cuando esté sucio. No hace falta que te vuelvas loco y lo limpies en profundidad después de cada salida. Por lo general, el objetivo se ensuciará principalmente si hay mucho polvo, lluvia o si lo apoyas en superficies sucias. De lo contrario, si eres cuidadoso no tendrás que limpiarlo muy a menudo.

Los cristales con los que se fabrican los objetivos son bastante delicados y se rayan con cierta facilidad. Así que limpiarlo en profundidad debe ser algo puntual y no demasiado frecuente. Cada vez que limpias una óptica esta se ve afectada y aunque no sean visibles a simple vista, siempre van quedando marcas. Así que trata de limpiarlo de la forma menos intrusiva, ósea con aire evitando todo contacto con las lentes. Piensa que siempre será mejor un objetivo algo sucio que rayado.

Plantéate hacer una limpieza más profunda sólo en los casos más extremos. Si lo has tocado con los dedos por ejemplo. Estas huellas son aceitosas y ácidas y pueden dañar la cobertura antirreflectante de la lente frontal. O si por ejemplo con la brisa marina ha caído alguna gota de agua de mar. Éstas contienen pequeños cristales de sal que podrían dañar la superficie óptica.

Los kits de limpieza oscilan entre los 10 y 20 euros, por lo que no escatimes y hazte con uno. A la larga ahorraras dinero.

Al fin y al cabo, todo depende de las condiciones en las que hayas estado sacando fotos. La mayoría de las veces, con una pera limpiadora, podrás quitar la suciedad de la lente frontal y no hará falta una limpieza más profunda. 

Yo, por ejemplo, me dedico a la fotografía deportiva, y las condiciones de polvo y lluvia son muy dañinas para el equipo fotográfico, por lo que tengo que tener especial cuidado con él. A veces, la cámara termina cubierta de una capa de polvo y barro. Pero si usas tu cámara de vez en cuando, o para tomar fotos de paisaje, lo normal es que no se ensucie mucho, por lo que no tendrás que limpiar tus objetivos de una forma muy asidua. 

Material necesario para limpiar un objetivo fotográfico

Una vez sabes cuándo limpiar el objetivo, ahora toca hablar sobre el material que necesitas utilizar a la hora de efectuar la limpieza. Es un material muy básico y con el que no efectuarás un gran desembolso. Así que no lo dudes y hazte con un kit de limpieza para cuidar todo lo posible, pues siempre te va a salir mucho más caro un nuevo objetivo o su reparación en el servicio técnico, que gastarte algunos euros en este material de limpieza. 

Pera

Este accesorio debería ser un básico en la mochila de cualquier fotógrafo o aficionado a la fotografía. Con ésta, deberías limpiar tus ópticas el 90% de las veces y sólo efectuar limpiezas más minuciosas en determinados casos como te hemos dicho antes. Esta diseñada para lanzar ráfagas de aire sobre objetivos y sensor y suele ser bastante efectiva en la mayoría de ocasiones. Es el accesorio ideal para limpiar las lentes de los objetivos y en muchos casos nos servirá también para el sensor. Su precio ronda los 10€ y estate por seguro que los amortizarás en muy poco tiempo. También existen sprays de aire a presión, pero gastarás más dinero y son más incómodos de llevar en tu bolso o mochila.

Las peras limpiadoras son un básico en la mochila del fotógrafo

Gamuza de microfibra

Estas gamuzas son exactamente las mismas que las que se usan para limpiar las gafas. Son de u tejido fino y suave y absorben muy bien el polvo. Además, resultan muy sencillas de limpiar. Su precio es muy reducido, por lo que siempre conviene llevar varias, y cuando una tiene mucho uso mejor deshacerse de ella y comenzar a utilizar una nueva. 

Alcohol Isopropílico

El alcohol isopropílico es un liquido transaprente que se utiliza como disolvente de limpieza. La principal diferencia frente al alcohol etílico (el normal de toda la vida) es que el segundo contiene un 5% de agua aproximadamente y el primero no posee absolutamente nada de agua. Esto hace que sea más adecuado que el etílico porque se evaporara muy rápido sin dejar resto alguno de agua. 

Pincel

Estos pequeños pinceles destinados a la limpieza exclusiva de lentes son bastante utiles para retirar polvo o pelusas. De materiales muy suaves, al pasarlo por tu objetivo no rayarás las lentes. En un extremo suelen llevar una pequeña brocha y en el otro una pequeña almohadilla de pulir para eliminar huellas dactilares por ejemplo. Son bastante pequeños y cómodos de transportar y rondan los 5 euros. 

Los pinceles de limpieza de objetivo suelen traer un cabezal con cerdas suaves y otro con almohadilla para pulir. Jamás toques estos cabezales con los dedos.

Guantes de latex

Al efectuar una limpieza más profunda en tu casa siempre es conveniente utilizar unos guantes de latex. Lo primero por si accidentalmente tocas con los dedos la lente o el filtro no impregnarlo de la grasa que contiene nuestra piel, que es súper nociva para estos cristales. El segundo motivo es para protegerte del alcohol que utilices. 

Otros accesorios útiles. 

Además, siempre llevo en mi mochila otros dos accesorios no específicamente para limpieza fotográfica pero que siempre me han sido muy útiles:

Brocha de pintura: El primero es una pequeña brocha de pintura, comprada en cualquier ferretería y con las cerdas algo más duras que las del pincel para las lentes. Con ésta retiro el polvo del cuerpo de la cámara y del objetivo sin tocar las lentes ni la pantalla o el visor. Es muy efectiva para limpiar todas las ranuras y uniones de los diferentes elementos de nuestro equipo fotográfico, pero recuerda no frotar con ella ningún cristal. 

Toallitas húmedas limpiagafas: Pese a que estas toallitas de microfobras están concebidas principalmente para limpiar las gafas, nos vienen también de perlas para la limpieza de las lentes de una forma rápida y segura. Suelen estar impregnadas con alcohol isopropílico y las venden en farmacias y grandes superficies. Asegúrate de que, a ser posible, no estén perfumadas. 

Cómo limpiar el objetivo

Una vez conoces todos los productos que necesitas para realizar una limpieza en profundidad, a continuación vamos a explicarte los pasos a seguir para limpiar de forma correcta un objetivo (también puedes aplicarlo a la limpieza de filtros fotográficos). Recuerda que no debes abusar de este tipo de limpieza y tratar la mayoría de las veces eliminar la suciedad con aire.

A ser posible, a diferencia de en la imagen, es mejor que limpies la lente con ella hacia abajo, para que el polvo caiga. Foto: Pressfoto/ Freepik
  1. Con la lente del objetivo boca abajo le damos un poco de aire con la pera sopladora. Nunca soples tú directamente pues nuestro aliento lleva humedad, un gran enemigo para los objetivos. Trata de no tocar con su punta las lentes, pues puedes arañarlas sin querer. No escatimes con el aire, pues cuanto más le eches más posibilidades tendrás de eliminar la mayoría de partículas de polvo y pelusas. 
  1. Una vez finalizado este proceso, dale la vuelta al objetivo y realiza el soplado en su otro extremo, en el que suele estar cerca del sensor, pues también se acumula bastante polvo en esa zona.
  1. Con el pincel limpiador, frotando de forma suave, limpia la lente frontal y la lente trasera (Con la zona que vayas a limpiar boca abajo). El truco está en ir haciendo movimientos circulares desde el centro hacia fuera, para ir retirando las partículas que se hubieran podido quedar más fijas. 
  1. Pasa también el pincel limpiador por dentro de las tapas de la parte frontal así como trasera. Al igual que en los pasos anteriores, hazlo siempre boca abajo, para que el polvo caiga. Si lo haces boca arriba solo moverás el polvo de un lado hacia otro. 
  1. Llega uno de los pasos más delicados. La limpieza con la gamuza de microfibras. Cerciórate de que no ha quedado ninguna partícula de polvo o arenilla, pues corres el enorme riesgo de rallar la lente, algo que sería todo un drama. Nunca eches el alcohol isopropílico sobre las lentes, hazlo sobre la gamuza, deja que se seque un poco y después limpia la lente. Al igual que con el pincel, hazlo mejor con la lente boca abajo, no aprietes y realiza movimientos circulares de dentro hacia afuera. 
  1. Este paso es opcional. Con una segunda gamuza seca puedes secar la lente, aunque lo bueno del alcohol isopropílico es que se evapora rapidísimo secándose él solito. Pero si quizá echaste algo de más, sécalo con una segunda gamuza que no tuviera nada de líquido. 
  1. Disfruta de tu flamante y limpísimo objetivo. Ahora si puedes volver a sacar fotografías. 

Lo que nunca debes hacer con tus objetivos

Bien, ya sabes cómo limpiar un objetivo o un filtro de la forma correcta. Seguir estos pasos es importante, aquí poco vale tu libertad creativa como en las supuestas normas de la fotografía. Pero casi más importante que lo que debes hacer para limpiar tus objetivos, es lo que NUNCA debes hacer para limpiarlos. Grábate estas recomendaciones a fuego y no cometas estos errores con los objetivos de tu equipo fotográfico.

Por favor, NUNCA hagas esto. Echa el líquido sobre la gamuza y no directamente sobre el objetivo. Foto: Pressfoto/ Freepik

No toques la lente con tus dedos

Trata de no tocar nunca la lente con tus dedos. En nuestra piel hay una grasilla que manchará tu lente de forma inmediata, que es difícil de retirar y que posiblemente con una gamuza solo restriegues de un lado a otro y no termines por limpiarla completamente. Esta grasa es corrosiva y puede dañar el material antirreflectante de la superficie óptica.

No frotes el cristal con la camiseta o el jersey

Si, sabemos que esta manera es rápida y cómoda, pero trata de evitar esto todo lo posible. Utiliza sólo el adecuado tejido de las gamuzas de microfibras. Las fibras de camisetas, jerseys u otras prendas de ropa suele ser bastante más duro y ásperas y es más fácil de lo que crees rayar la lente de tu objetivo.

Nunca uses tu vaho ni soples la lente

Jamás soples tu lente o eches vaho sobre el cristal. Para eso mejor déjalo sucio. Es posible que queden partículas de saliva difíciles de quitar cuando se secan. Además, nuestro aliento contiene humedad, y esta puede causar hongos y moho en la lente de nuestra óptica. Así que ni te plantees limpiar de esta manera tu objetivo. Es déjalo si quieres para tus gafas. 

No limpies con ningún otro líquido que sea alcohol isopropílico

Lo bueno del alcohol isopropílico es que no contiene absolutamente nada de agua, por lo que se evapora al instante y no es necesario secarlo de forma manual (a no ser que te hayas pasado de la cantidad adecuada). No utilices jabón u otros productos limpiadores. Por otro lado, el agua del grifo contiene sales minerales con las que podrías rayar los cristales de la óptica.

No viertas el alcohol directamente sobre la lente

Si usas el alcohol isopropílico (yo la verdad es que apenas lo utilizo, prefiero limpieza en seco) jamás lo viertas directamente sobre las lentes. Como te dijimos antes, vierte un poquito sobre la gamuza de microfibra y posteriormente limpias con ella la lente. 

Sopla un diente de león o las velas en tu cumpleaños, pero nunca soples la lente de tu objetivo. Foto: Nine Koepfer/ Unsplash

No presiones demasiado fuerte al limpiar

Al utilizar la gamuza o el pincel limpiador no presiones demasiado fuerte las superficies ópticas. Si quedara algún resto de suciedad podrías rayar el cristal con bastante facilidad.

Guarda la gamuza de microfibra en una funda

No lleves la gamuza con la que vas a limpiar la lente de tus objetivos tirada en una mochila o metida en el bolsillo. Guárdala en una funda exclusivamente para ella para que no se manche de polvo y después al limpiar ensucies más que otra cosa.

No te alarmes si hay polvo dentro del objetivo

Que un objetivo tenga algo de polvo en su interior no es un problema. Lo normal es que ni afecte a las fotos. Muchas veces nuestro ojo es mucho más preciso al encontrarlo que el propio sensor. Piensa que el objetivo debe permitir una cierta corriente de aire en su interior, ya que si estuvieran completamente sellados sus elementos interiores tendrían muy poca movilidad. Es imposible que nuestro material esté al cien por cien libre de polvo. Y ni mucho menos te plantees abrir el objetivo, siempre es mejor si afectara a tus fotografías que acudas al servicio técnico.

Conclusiones

Ahora ya estas preparado para mantener limpio todo tu equipo fotográfico. Como te comentábamos al principio, tenerlo bien cuidado hará que nos dure mucho más tiempo. Piensa que el cuerpo de tu cámara quizá se quede obsoleto y lo cambies de vez en cuando, pero un objetivo bien cuidado y en buen estado puede aguantar contigo y serte útil toda la vida. Así que compra el kit necesario y ponte manos a la obra para mimar tu material. 

Con todo tu equipo perfectamente limpio, podrás volver a disfrutar sacando fotografías. Hermes Rivera/ Unsplash

Deja una respuesta