El desarrollo de la tecnología en el sector fotográfico ha aumentado exponencialmente los tipos de cámaras fotográficas en el mercado. De las cámaras analógicas de hace unas décadas hemos pasado a pequeñas cámaras compactas, grande cámaras de medio formato, cámaras réflex y sin espejo, minúsculas cámaras destinadas al deporte y a la aventura y algunas más que te mostramos en este artículo.
Descubre en este post cuál se adapta más a tus necesidades y qué tipo es el que necesitas para el tipo de fotografía que quieres hacer.
Cámara compacta
Muy populares, especialmente en la década de los noventa y a principios del nuevo milenio, estas cámaras han caído totalmente en desuso con la aparición de los smartphones y sus potentes cámaras de fotos.
Son el modelo más básico de la fotografía digital. La principal ventaja es que son pequeñas y ligeras, aunque como inconveniente es que suelen ser bastante limitadas. Cuentan con un objetivo no intercambiable tipo zoom, que va de distancias focales angulares y llegan a potentes teleobjetivos, aunque no suelen dar gran calidad.
Su limitación radica en en que la gran mayoría no cuentan con opciones de ajuste manual, si no que son automáticas. Es cómodo porque simplemente se basan en apuntar y disparar, pero por eso mismo permiten poca creatividad más allá del encuadre.
Son ideales para viajeros o para principiantes en fotografía y sus precios oscilan entre los 100 y los 400 euros.
Cámara bridge
Este modelo de cámara están a medio camino entre las compactas y las cámaras réflex o sin espejo, de ahi su nombre ‘cámara puente’ (Bridge). Son más grandes y pesadas que las compactas y se asemejan más a una cámara de objetivo intercambiable.
Estas cuentan con un objetivo como el anterior, que no permite desmontarlo y cambiarlo por otro, por lo que utilizan la tecnología zoom. Al igual que las anteriores, su distancia focal varía y van desde grandes angulares hasta teleobjetivos, aunque más potentes y con mayor calidad que las compactas.
La principal ventaja de este tipo de cámara es que si se pueden hacer ajustes manuales de diafragma, ISO, velocidad de obturación, balance de blancos, etc… y además la mayoría permiten disparar en formato RAW, que si te leíste nuestro artículo sobre este tipo de archivo, sabrás que permiten una mayor edición a la hora de procesar la imagen.
Son ideales para aquellos que se quieran iniciar en la fotografía sin tener que hacer un gran desembolso, pues además de que su precio oscila entre los 200 y 500 euros no tendrán que gastar más dinero posteriormente en objetivos.
Cámara DSLR o Réflex
Estas son quizá las cámaras más conocidas y que más se utilizan entre fotógrafos y aficionados a la fotografía. Son bastante más pesadas pero ofrecen la posibilidad de cambiar los objetivos y dan muchísima mas calidad gracias a su sensor, bastante más grande que las cámaras compactas y que la cámaras bridge.
En el hecho de intercambiar los objetivos radica uno de sus puntos más fuertes respecto a las anteriores. Estos otorgan muchísima más calidad a la imagen y hacen que con lentes más luminosas podamos obtener mayores desenfoques.
Cuentan con modos automáticos y manuales para poder ajustar infinidad de parámetros y las de gamas más altas incorporan bastantes botones para que estos ajustes en los parámetros sean muy rápidos.
Como principal inconveniente es que los equipos a transportar son más voluminosos y pesados pues al contar con varios objetivos normalmente, tendrás que tener una mochila específica para transportarlo todo de la forma más segura posible.
Ideales para los aficionados que le quieran sacar el mayor partido a la fotografía. Aunque su precio aumenta bastante, pues los modelos más básicos pueden costar entre 600 y 800 euros llegando hasta cifras de 7.000 euros en los modelos más avanzados. Además, hay que pensar que posteriormente, habrá que gastar más dinero en diferentes objetivos en función del tipo de fotografía que se quiera realizar.
Cámara Mirroless
Estas cámaras, también conocidas como CSC, Evil o sin espejo son más modernas que las cámaras réflex. Su evolución a lo largo de los últimos años, hacen que cuenten con las mismas cualidades que los modelos con espejo, pero son algo más compactas.
Su principal diferencia es que al no contar con el pentaprisma típico de las cámaras réflex, cuentan con un visor digital en vez de óptico. Por lo que la realidad la vemos directamente en una pequeña pantalla. Esto consigue que sean algo más livianas y más compactas frente a las réflex.
Sus objetivos también suelen ser algo más compactos que en sus hermanas con espejo, aunque no en todas las marcas.
Uno de sus puntos fuertes suele ser la grabación de vídeo, que supera con creces al de las citadas anteriormente gracias a un sistema de enfoque bastante potente.
Al igual que pasa con las cámaras con espejo, están destinadas a fotógrafos profesionales (son muy utilizadas en fotografía de fauna y de deporte por su rápido enfoque y sus potentísimas ráfagas) y para aquellos aficionados que busquen un tipo de fotografía más creativa y de mayor calidad. Los precios son muy similares a los de las réflex.
En ambos tipos de cámaras, podemos encontrar diferencia entre los tamaños de sus sensores, existiendo modelos Full Frame, al igual que las analógicas de 35 milímetros, o sensores recortados algo más pequeños.
Cámara de medio formato
Estas cámaras se encuentran en los más alto de la pirámide en cuestiones de calidad. Son cámaras bastante más grandes y pesadas que las anteriores debido a que cuentan con un sensor bastante mayor que permite almacenar muchísimas más información en una imagen. De ahí su elevada calidad y coste.
Este tipo de cámara esta destinado a fotógrafos profesionales y se utilizan muchísimos en el sector de la moda y la publicidad y el coste del cuerpo ronde entre los 8.000 y los 30.000 euros.
Cámara analógica
Aunque parezca mentira, lejos de la tecnología digital aún podemos encontrar cámaras analógicas que funcionan con película fotográfica o carrete. Este tipo de cámaras tienen cualidades similares a las réflex o sin espejo. Ajuste de los parámetros fotográficos tipo ISO, diafragma, obturación… y cuentan con objetivos intercambiables.
Destinadas a los fotógrafos más románticos, cada vez es más dificil encontrar laboratorios en los que revelen tus fotografías de una forma más profesional, por lo que seguramente tengas que montar tu propio cuarto oscuro para revelar tus fotos.
Cámara de acción
Pequeñas cámaras que caben en la palma de la mano y que están destinadas principalmente al vídeo, aunque también puedan tomar fotografías. Son bastante resistentes y cuentan con carcasas estancas para que aguantes casi cualquier tipo de condición. Así las puedes utilizar en la montaña, montando en bicicleta acoplada con diferentes accesorios o meterla debajo del mar cuando buceas.
Su pequeño objetivo suele tener distancias focales muy amplias para poder capturar el máximo entorno posible. Lo más normal es que cuenten con modos gran angular e incluso ojo de pez.
Esta polivalencia que tienen y su bajo coste las han convertido en una gran opción para aquellos que quieran inmortalizar sus aventuras y sus viajes, pues pueden llegar a costar desde los 50 hasta los 500 euros en función de su marca y de las prestaciones.
En materia fotográfica, algunas de ellas te permiten ajustar algunos parámetros incluso tomar fotos en formato RAW.
Cámara instantánea
Hijas de las cámaras instantáneas del siglo pasado, pero con alguna mejora gracias a su digitalización, estas cámaras están bastante de moda. Imprimen la fotografía en el momento aunque apenas permiten ajustes a la hora de disparar la foto.
Muchos modelos también permiten guardar la cámara en digital en pequeñas tarjetas de memoria o en el teléfono móvil mediante conexiones wifi y Bluetooth para ediciones posteriores.
Los precios de estas cámaras pueden oscilar entre los 70 y los 300 euros, aunque hay que pensar que habrá que hacer un gasto extra en los paquetes de papel fotográfico que habrá que poner en su interior para poder imprimir las fotos.
Cámara 360º
Este modelo de cámaras capturan, como su propio nombre indica, fotografías y vídeos en 360 grados. Lo puso de moda Google con su ‘Street View’ y están destinadas a reproducir sus imágenes en gafas de realidad virtual.
Al igual que las cámaras de acción están muy destinadas a la aventura y el deporte, por eso muchas de ellas cuentan con carcasas o directamente aguantan el agua.
En función de la gama las hay desde los 100 euros hasta los casi 1000 euros.
Cámara de smartphone
Aunque no sea una cámara fotográfica en si misma, sino un accesorio más que incorporan los teléfonos móviles hemos querido introducirla en el artículo porque sin duda es la cámara más utilizada de hoy en día.
Muchas de ellas permiten ya incluso disparar en RAW y ajustar los parámetros del triángulo de exposición. Aunque debido al pequeño tamaño de sus sensor, están pensadas para verlas en pequeñas pantallas, pues si se imprime una copia en grande o si se visualiza en un monitor a tamaño completo podremos observar que ni el móvil más potente del mercado consigue una gran calidad de imagen.