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Al viajar a otros países en avión, y en función del destino, muchas veces nos surgen muchas preguntas. ¿Llevo la cámara de fotos? ¿Cómo la llevo? ¿Qué puedo meter en el equipaje de mano y qué no? ¿El destino será seguro para sacar una cámara de fotos con tranquilidad?… Por todas estas dudas que nos surgen como fotógrafos, hemos preparado este artículo para disiparte todas esas cuestiones y de paso darte unos cuantos consejos para viajar con tu equipo fotográfico de la forma más segura. 

Desde luego, que si te vas a hacer el viaje de tu vida o vas a un remoto lugar, nuestra opinión es que por supuesto deberías llevar tu cámara de fotos. Seguro que si no lo haces te arrepentirás (y mucho) cuando estes paseando por aquellas callejuelas, , y todos sabemos que el móvil nunca será suficiente. 

Nosotros hemos viajado bastante con la cámara de fotos y el resto del equipo a casi todos los continentes, ya sea por trabajo o por hobby. Jamás hemos tenido un problema. Por eso queremos ayudarte a que te quites ese miedo y a que aprendas a cómo minimizar todos los riesgos con todos estos consejos a la hora de viajar. 

En el avión, lleva siempre el equipo contigo

La peor idea que podrías tener al viajar en avión es la de facturar tu equipaje fotográfico. Lo primero, es que llevar baterías de litio en el equipaje facturado está totalmente prohibido y te podría costar un problema. 

Lo segundo (y más importante) es la seguridad de tu equipo. No se si habéis visto alguna vez por la ventanilla, sentados desde el asiento del avión, como lanzan las maletas para introducirlas en la bodega. Seguro que si la respuesta es si, jamás se os ocurriría facturar algo tan preciado como vuestro equipo fotográfico. Así que llévala siempre contigo. 

Además, si te pierden la maleta, te tirarás varios días sin poder sacar ni una foto y con la incertidumbre de si la podrás recuperar. 

Utiliza una mochila adecuada

Como te contamos en este otro artículo al que puedes echar un vistazo, es básico contar con una mochila o bolso adecuado para transportar tu equipo fotográfico de la forma más segura. Si sólo vas a llevar una cámara con un objetivo, te servirá llevar una simple funda específica para guardarla y meterla dentro de una mochila normal.

Pero si por el contrario, pretendes llevar cuerpo, objetivos y otros accesorios, lo mejor es que lo hagas en algún soporte pensado para ello. Lo más cómodo sin duda es una buena mochila, pero si tu equipo no es muy grande y quieres pasar lo más desapercibido posible, un bolso será una gran opción para no llamar la atención. y transportarlo todo de la forma óptima. 

Existen también maletas rígidas que son muy resistentes con interior acolchado. Aunque son mucho más seguras que cualquier otra cosa, son muchísimo menos polivalentes y las usaras sólo para viajar en el avión. Para moverte posteriormente necesitarás un bolso o mochila de los anteriormente citados.

Trata de pasar desapercibido

Este es un punto importante y es posiblemente uno de los que más nos preocupan a cualquiera. Viajar a un lugar desconocido con material fotográfico valorado en miles de euros es algo que nos chocará un poco de primeras. Por eso es básico que evalúes a dónde vas y lo conflictivo que puede resultar el lugar. Incluso en el propio destino, existirán zonas mejores y peores, aunque ya sabemos que ladrones existen hasta en los mejores barrios. No es lo mismo pasear por Broadway en Nueva York que por el Bronx.

No obstante, a mi siempre me gusta pasear con la cámara fuera de la mochila. Pero por favor, no parezcas el típico turista con la cámara colgada del cuello. Sin duda, son todo un caramelito para los amigos de lo ajeno. Hay otras formas de llevar tu cámara.

Si llevas la cámara de fotos dentro del bolso, seguramente por pereza o por vergüenza, sacarás muchas menos fotos de las que te hubiera gustado. O te perderás un momento casi irrepetible.

Para ello, llevo la cámara o bien colgada a modo bandolera con el objetivo pegado al cuerpo para evitar que lo golpeen y bien sujeta bajo el brazo para evitar tirones, o bien la llevo en la mano con la correa bien amarrada a la muñeca dándole varias vueltas para que quede firmemente sujeta. 

Si se que voy a viajar a una zona conflictiva o a meterme en algún barrio algo más peligroso, sólo saco la cámara en el momento de hacer la foto, pues como en todo tenemos que utilizar el sentido común. Nuestra seguridad es lo más importante. Si fuéramos fotoperiodistas de conflictos internacionales, deberíamos asumir riesgos, pero si sólo queremos unas cuantas fotos como recuerdo de un viaje toma precauciones.

Hazte un listado

Si, parece la típica tontería que nadie hace, pero realmente es súper útil. Cuando nos vamos de viaje no nos puede faltar nada y a veces si se nos olvida algo, en función de al lugar al que vayamos, será casi imposible conseguirlo en el destino. Por eso hacer una lista durante los días previos con todo lo necesario evitará que olvidemos cualquier accesorio.

Lleva tarjetas de memoria y baterías de sobra. Este será sin duda el punto más crítico. El del espacio para almacenar fotografías y la energía para poder tomarlas. Recuerda por supuesto, el cargador. Investiga el tipo de enchufes y corriente que hay en tu destino, pues quizá necesites algún tipo de adaptador.

Si puedes llevar el portátil y algún disco duro para ir ‘salvaguardando’ las fotos que hagas mejor que mejor. En este aspecto te irá genial llevar en tu equipaje facturado una regleta para poder enchufar varios dispositivos a la vez, igual al hotel al que vas sólo tiene un enchufe que seguro, te será insuficiente.

Recuerda llevar también power banks o cargadores externos y adaptador para el mechero del coche. Cuando estamos fuera todo el día la carga de baterías es algo indispensable en cualquier lugar. Por último, no te olvides de un trípode de viaje y de un minikit de limpieza para tu sensor y objetivos. A ver si una mota de polvo o una pelusa va arruinar todas tus fotos. 

Infórmate de las limitaciones en el equipaje de mano

Informarse de las restricciones y las limitaciones del equipaje de mano es un básico en función de la compañía en la que viajes. Debes saber qué es lo que puedes llevar y qué no. Recuerda como hemos dicho antes jamás transportar baterías de litio o cargadores externos en el equipaje facturado. Llévalo siempre contigo en el equipaje de mano.

Otro tema que causa más controversia es el trípode. En principio si se puede llevar en cabina con tu equipaje de mano. Pero puede darse el caso de que te lo hagan facturar por separado. Yo por eso mismo, siempre trato de meterlo con el equipaje que va en bodega y me quito de problemas. También te puedes plantear prescindir de éste y llevar un pequeño trípode tipo Gorilla. Son muy útiles y resisten bastante peso en función del modelo.

Intenta ser minimalista

Si tienes dos cuerpos y ocho objetivo plantéate si realmente lo vas a necesitar todo. Piensa en qué tipo de fotos vas a sacar y en qué equipo necesitarás para ello. Acarrear con todo no tiene mucho sentido, pues cargarás con ese peso durante todo el viaje e irás con más miedo a los sitios por el incalculable valor de tu mochila. 

En estos casos menos es más. Seguramente que si portas con todo habrá objetivos que durante el viaje no vean la luz del sol por triarse todos los días guardados y sin usar en la mochila. Así que piénsalo bien antes de tu viaje.

Huye de las típicas fotos

Sé que este punto es muy difícil. Todos hemos visto en Instagram o en Google ‘la foto’ del lugar. Parece que si vas allí, esa imagen es obligatoria tomarla. Evita eso, o pasarás a ser sólo uno más de las miles de personas que tomaron esa foto. Un borrego de la imagen. Está bien para el primero al que se le ocurrió ese encuadre, pero para el otro millón de personas ya pasó a ser una foto aburrida y muy vista. 

Vas a un lugar totalmente nuevo y desconocido para ti, seguro que eres capaz de ver las cosas de una forma distinta y tomar fotos más originales de las que hace todo el mundo. Además, normalmente lo que vemos en la foto no es lo mismo que sucede en la realidad. Para tomar una de esas ‘fotos en serie’, tendrás que esperar interminables colas o pelarte con trípode en mano con otros fotógrafos para coger un buen sitio.

Nunca pierdas de vista tu equipo fotográfico

Esto es algo obvio si. Como se me podría pasar por la cabeza perder de vista mi equipo fotográfico. Pues bien, en vacaciones uno se relaja. Se sienta en una terraza a tomar una cerveza y a charlar y cuando menos se lo espera… ups, su mochila ya no está. 

Sé especialmente cuidadoso con esto. Jamás pierdas tu equipo de vista. Jamás. Un momento de despiste o un exceso de confianza y lo que iba a ser el viaje de nuestros sueños se convertirá en nuestra peor pesadilla. 

Cuidado con los Rayos X

Si, aún hay románticos que disparan con película de carrete, así que no leas con esa cara. Si eres de éstos, debes saber que los rayos X de los controles de seguridad pueden dañar las películas. Lo mejor es que las lleves en una bolsita (de esas en las que se meten los cosmeticos para viajar) y que se lo comentes a los guardas de seguridad antes de entrar por el arco.

Por ningún casual metas los carretes en el equipaje facturado. Los rayos X a los que someten a estos en los controles de seguridad de equipaje facturado son aún más potentes y tendrán un efecto muy nocivo en tus películas. Por desgracia te darás cuenta tarde. 

Nunca dejes el equipo dentro del coche

Otra obviedad, si. Pero entiende que los coches de alquiler por norma general llevan una pegatina bien grande que así lo indica. Cualquiera sabe que eso es un vehículo de alquiler. Y muchos ladrones conocen de primera mano los interesantes premios que pueden encontrar ahí dentro. No dudarán ni un momento en romper una ventanilla para sustraer un mochila. Así que ten especial precaución también con este punto y no seas incauto. 

Evita cambios de temperatura muy bruscos

En función del destino al que viajes trata de evitar cambios muy bruscos de temperatura que producirán la condensación del vapor de agua dentro de los objetivos. Sin duda, es uno de sus perores enemigos. Si por cualquier caso tienes que pasar de un lugar muy frío a una estancia cálida, introduce tu equipo en una bolsa totalmente hermética y déjalo aproximadamente una hora metido en el hasta que se atempere. Así evitarás que se acumule humedad en las lentes de tu objetivo. 

Asegura tu equipo

Como al igual que cualquier otra cosa de gran valor, asegurar tu equipo fotográfico cuando te vas de viaje nunca está de más. Un seguro de este tipo no suele ser barato, pero te hará disfrutar de la fotografía, estés donde estés, sin ningún tipo de preocupación. 

Eso si, estudia bien todas las cláusulas y la letra pequeña para saber exactamente qué es lo que cubre y qué no. Para que después no te lleves sorpresas. 

Cuaderno ATA

Por último, quizá no conozcas la importancia del cuaderno ATA. Normalmente esto está destinado para profesionales del mundo audiovisual. Pero si viajas con un equipo muy grande quizá deberías conocer la importancia de esto y plantearte llevar uno.  

Es como el pasaporte de tu equipo y está pensado para evitar el mercadeo de segunda mano con equipos audiovisuales (videocámaras, cámaras de foto, mochilas de emisión en directo…). Si en la aduana ven que llevas un equipo amplio, como por ejemplo dos cuerpos y varios objetivos, quizá te lo puedan solicitar a la entrada o salida del país. 

En este cuaderno se pone exactamente todo el material que llevas con sus respectivos números de serie, y les sirve para cotejar que todo el equipo que entró en el país sale de vuelta y nada de él se ha quedado por el camino. Si de todos modos, decides no tenerlo, siempre es interesante que lleves en tu móvil o en el portátil las facturas de cuerpos y objetivos escaneadas. Si no, podrías tener un inesperado problema con los agentes aduaneros.