Para indagar sobre los tipos de objetivos fotográficos y su uso, es necesario saber que el objetivo de la cámara es el conjunto de lentes que dirige la luz al sensor de la cámara fotográfica. Hay una gran diversidad de objetivos para nuestras cámaras, a los que podemos dar diferentes usos según las características que tengan.
En este artículo te explicaremos las características de los objetivos fotográficos, así como los tipos de objetivos y sus usos. Así podrás tener un conocimiento mucho más profundo acerca de ellos y conozcas todos esos numeritos que llevan
Características de los objetivos fotográficos
Todos los objetivos cuentan con una serie de características que por lo general suelen estar escritas en él. Ya sea en la parte frontal de la lente o en alguno de sus lados en todos aparece una información principal. Así de un vistazo podrás reconocer rápidamente sus características principales.
Distancia Focal
Este parámetro viene expresado en milímetros y no es más que la distancia entre el centro óptico de la lente y el foco. Es sin duda la característica más importante en un objetivo, pues marcará cuál será el ángulo de visión de este y por tanto la parte de la escena que captaremos. La distancia focal puede ser variable como en los objetivos zoom (por ejemplo 18-50mm, 24-70mm o 70-200mm). O puede ser fija que suele dar mayor calidad de imagen por tener una construcción más sencilla y una mayor luminosidad (por ejemplo 35mm, 50mm o 85mm).
Para que te hagas una idea, el objetivo más similar a la visión humana es el 50mm. Por eso es tan utilizado en múltiples disciplinas de la fotografía, pues es amable a nuestro ojo porque es lo que vemos en la realidad. Otras distancias focales tienden a distorsionar esa realidad. Así un objetivo con distancia focal baja deformara las líneas y un teleobjetivo, con una distancia focal alta, comprimirá la foto.
Puedes ampliar muchas más información sobre la distancia focal en este artículo.
Apertura máxima de diafragma
La segunda característica más importante en un objetivo es la apertura máxima del diafragma, es decir la luz que permite pasar hasta el sensor. Se expresa con la letra ‘F’ mayúscula. La ‘f’ minúscula queda reservada para los metadatos de la foto e indica la apertura de diafragma a la que se ha disparado dicha foto. Cuanto más bajo sea este número más caro será el objetivo, pues nos permitirá trabajar en condiciones de menor luz. Producirá además unos desenfoques y un bokeh más pronunciado. Este aspecto, como te explicamos en este artículo condicionará totalmente la profundidad de campo.
En los objetivos de focal fija la apertura máxima es obviamente fija. Así por ejemplo un 50mm muy luminoso y preciado por ello puede tener una apertura F/1.4 y uno algo menos luminoso puede ser F/2 (Seguramente mucho más barato pero con algo menos de luminosidad).
Los objetivos zoom o de focal variable pueden tener una máxima apertura de diafragma fija en todas sus distancias focales (por ejemplo un 24-70mm F/2.8) o pueden variar a lo largo de sus distancias, están más abierto en su distancia más corta y más cerrado en la distancia más amplia. Se expresarán con sus aperturas máximas en ambos casos (por ejemplo 150-600mm F/5-6.3). Como puedes imaginar son mejores y por tanto, más caros los que mantienen la misma apertura máxima en todas sus distancias.
Distancia mínima de enfoque
Todos los objetivos cuentan con una característica que es la distancia mínima a la que podemos enfocar. Es decir, a qué distancia puede estar como poco la lente frontal del objetivo del sujeto a fotografiar. En el caso de objetivos con distancias focales muy bajas o macro esta distancia mínima puede ser de centímetros incluso de milímetro y en el caso de teleobjetivos puede ser de metros.
Suele venir indicada en la parte frontal del objetivo y suele estar expresada en metros, así 0,18m significa podrás enfocar a una distancia mínima de 18 centímetros.
Enfoque
La mayoría de objetivos del mercado cuentan ya con un enfoque automático, que controla la cámara con avanzados sistemas de reconocimiento y contraste y con un enfoque manual. Antiguamente era común encontrar objetivos que exclusivamente contaban un enfoque manual. Esto complicaba bastante la captura para algunos tipos de fotografías como de deporte o de eventos. Este sistema de enfoque puede estar en el objetivo o también ser ayudado por la cámara como en muchos modelos del mercado, que cuentan con ambos motores cada vez más silenciosos y rápidos.
Otras características
estas son las características que digamos marcan la calidad y la estructura de un objetivo, pero existen otras que convertirán a la óptica en una auténtica pata negra o en un objetivo medio con un precio contenido.
Una de estas características que marcan una diferencia clave es el estabilizador de imagen. Como en el motor de enfoque estos estabilizadores pueden ir también integrados en la cámara y ayudarán en cualquiera de los casos a que las fotos no salgan trepidadas. Es decir, este sistema ayuda a que pese a que disparemos a velocidades algo comprometidas, minimizará nuestras leves vibraciones y conseguirá fotos perfectamente enfocadas.
Otra característica muy valorada por los profesionales que trabajan en exteriores, especialmente los de naturaleza y deporte es el sellado del objetivo. Al igual que la cámara, el objetivo puede estar sellado contra polvo y agua. Ojo, sellado no significa sumergible. Esto alargará la vida de éste y conseguirá que aguante las condiciones más extremas.
Características menos visible pero que sin duda alguna modifican por completo la calidad de un objetivo es el tipo de lentes y su construcción. Estos están organizados en conjuntos y poseen cualidades en función de los materiales y del tipo de pulimento que se le haya dado a cada uno. Lo que actúa notablemente en aspectos como la nitidez del objetivo o las aberraciones cromáticas.
Otra característica que influirá principalmente a la hora de adquirir filtros será el diámetro del objetivo. Este viene expresado en milímetros, normalmente en la zona frontal, y en función de la calidad del mismo tendrá lentes más grandes.
Tipos de objetivos
Visto esto, haremos un breve recorrido por los diversos tipos de objetivos existentes en el mercado. Éstos están normalmente adaptados para un tipo de uso en concreto, aunque sin duda podremos sacarlos de su zona de confort para obtener imágenes diferentes.
Así, aunque el teleobjetivo esté pensado para otro uso que el de paisaje y a priori usaríamos un gran angular para esto, utilizar una objetivo de gran distancia focal puede darnos resultados muy importantes al fotografiar paisajes por compilar todas las capas del entorno.
Ojo de pez
Estos objetivos conocidos como los ojo de pez, son los que nos brindan menor distancia focal. Varían desde los 6 milímetros hasta los 16 milímetros, permitiéndonos captar una amplísima escena con una gran profundidad de campo.
Son ideales para capturas de paisajes o grandes monumentos, playas, espacios abiertos, multitudes de personas en fin. Son perfectos para tomas amplias, ya que nos ofrecen una capacidad angular hasta de 220 grados, lo cual si notamos es extremadamente grande.
Estos objetivos capturan gran cantidad de elementos en nuestra fotografía, sin embargo, debemos tener cuidado al hacer tomas con ellos, pues tienden a distorsionar las línea de nuestras tomas y normalmente necesitan de una edición posterior para corregir este aspecto.
Aunque no quita la opción que podemos hacer planos detalle, también con estos así como otra cantidad de planos y ángulos, no están confinados al uso único de planos generales. Si quieres conocer estos objetivos con más profundidad lee este artículo.
Gran angular
Los objetivos gran angular, son la serie de objetivos que van desde los 18 milímetros hasta los 35 milímetros. Tienen una captación angular amplia que oscila entre 180 grados a los 63 grados según aumente el tamaño de su distancia focal.
Son utilizados para la fotografía en espacios abiertos y generalmente de generosa iluminación, esto por su gran incorporación de elementos a nuestras fotografías. Poseen buena profundidad de campo que podemos destinar a edificaciones o espacios abiertos y paisajes.
Tomemos en cuenta que mientras más cerca esta objeto de nuestra fotografía, mas distorsión del mismo vamos a tener, sin embargo, podemos adquirir grandes resultados del uso de este tipo de objetivos con buena iluminación y una buena técnica.
Objetivo normal
El objetivo normal es el que brinda una percepción bastante similar a la del ojo humano. Posee una capacidad angular en nuestra toma de hasta 46 grados y es de 50 milímetros. Esta distancia focal es la preferida de muchos fotógrafos profesionales y se utiliza para muchos ámbitos. La fotografía callejera o la de retrato suelen ser sus especialidades.
De acuerdo a la distancia que nos situemos del sujeto, podemos enmarcar mayores o menores cantidades de elementos en nuestra fotografía.
Teleobjetivos
Los teleobjetivos son aquellos objetivos con una distancia focal superior a los 70 milímetros. Son de gran alcance y buscan acercar lo máximo posible al sujeto. Sin embargo, nos otorgan un ángulo de visión muy reducido. A medida que vamos aumentando su distancia focal, va disminuyendo el ángulo de visión que es de 30 grados inicialmente.
Son perfectos para brindarnos un acercamiento ejemplar de sujetos que se encuentran a gran distancia. Existen también los super teleobjetivos que son muy apreciados por fotógrafos de fauna que pueden llegar a los 600 milímetros de distancia focal. Son muy usados en safaris y por estudiosos de la vida salvaje, pues ofrecen la sensación de cercanía perfecta mientras otorgan al mismo tiempo la seguridad de un distanciamiento adecuado.
Los teleobjetivos por tanto, son mayormente utilizados en eventos deportivos, debido al acercamiento natural que nos permiten tener. Por esta ventaja, también se utilizan bastante tanto en desfiles, como en eventos con una gran presencia de personas que nos restringe cierta posibilidad de acercamiento físico como conciertos o ruedas de prensa.
Reporteros de conflictos bélicos hacen también gran uso de este tipo de objetivos para mantener su seguridad. No obstante, podemos adaptarlo a nuestro uso y disfrute particular lejos de este tipo de situaciones.
Objetivos macro
Generalmente, los objetivos macro son adaptaciones especiales fabricadas para ver muy de cerca un elemento diminuto. Para ello se busca que sea con el mayor detalle posible. Son fascinantes para la toma de fotografías de insectos, setas o pequeñas plantas. por eso es uno de los favoritos de los fotógrafos de naturaleza, aunque requiere de cierta técnica y buena iluminación para sacarle el máximo partido.
Objetivos descentrables
Este curioso tipo de objetivos permite que el eje óptico pueda moverse, quedando descentrado y alterando el plano de enfoque sobre la cámara. Son muy prácticos pues se puede conseguir una aumento de la profundidad de campo o reducción según manipulemos el objetivo. Su uso principal es en fotografía arquitectónica.
Consejos sobre los objetivos
Utiliza siempre que puedas el parasol. Servirá de ‘parachoques’ y evitará muchos disgustos, Yo lo llevo incluso montado en la mochila para evitar desastres.
Evita el uso de filtros UV. Estos pequeños cristales suelen restar nitidez y generar halos indeseados a cambio de proteger la lente frontal… pero como cuidadosos y montamos el parasol ¿no?
Si vas ha realizar importantes cambios de altitud o has estado en una zona húmeda evita poner la tapa protectora de la lente, pues se puede acumular la humedad y generar hongos, uno de los peores enemigos de nuestros objetivos. Si no, siempre coloca su tapa para evitar arañazos.
Limpia el objetivo con una gamuza muy fina concebida para ello o mejor aún, con una pera de aire. Cualquier otro artefacto o producto puede dañar su lente.
Cuando compres un objetivo fíjate muy bien si está construido para Full Frame o para APS-C, pues de lo contrario te llevarás un disgusto al abrir la caja y tratar de montarlo.
Estudia bien tu objetivo para hallar su punto dulce y potencia su calidad y su nitidez disparando con esa apertura de diafragma.